Noviembre: Mes de Gratitud Financiera

“Gracias, Dios” por cada dolarito que llega a mis manos

Noviembre es el mes de la gratitud. Claro, todos estamos listos para dar las gracias por la familia, los amigos, y por no haber quedado en la ruina durante los primeros diez meses del año. Pero ¿qué hay de nuestra gratitud financiera? Sí, hablamos de agradecer a Dios por esos dolaritos que tenemos en la cartera, aunque a veces parece que están en peligro de extinción, y aprender a manejarlos con un poco más de sabiduría y gratitud.

Soy una persona de fe, y créeme que no puedo dejar a Dios fuera en lo que digo o escribo, es por ello que, específicamente el día de hoy, verás que para mi la gratitud y Dios van tomados de la mano. Este noviembre, vamos a aprender a decir: “Gracias, Dios, por lo que tengo”, aunque no sea mucho. Y con esa mentalidad, hagamos un plan para administrar lo que tenemos, para que no solo estemos agradecidos en noviembre, sino también en enero cuando la famosa “cuesta” nos quiera hacer tropezar.

Agradece a Dios por cada dólar que tienes

Dios nos bendice con recursos de diferentes maneras: nuestro trabajo, ese dinerito que a veces nos llega de forma inesperada, y hasta el cambio que encontramos en los bolsillos del pantalón. Este noviembre, demos gracias por lo que tenemos, sin importar cuán grande o pequeño sea. 

Cada vez que encuentres dinero en un lugar inesperado, sea en el coche, en un cajón, o incluso el “milagroso” billete que aparece en el pantalón, di en voz alta: “¡Gracias, Dios, por la bendición!” ¡Incluso puedes tener un “tarro de bendiciones” donde vayas juntando esos pequeños “milagros”!

Revisa tus finanzas con ojos de agradecimiento y sabiduría

Para muchos, revisar las finanzas es tan atractivo como lavar trastes. Pero, en este mes de gratitud, vamos a verlo desde otra perspectiva: haz una revisión de tus ingresos y gastos como un acto de agradecimiento. Agradece a Dios que tienes la posibilidad de cubrir tus necesidades y, sí, hasta esos gustitos. 

Pon música inspiradora mientras revisas tus finanzas, algo que te recuerde la importancia de la administración y te saque una sonrisa. ¡Nada como sentirte casi como un contador en acción mientras agradeces tus bendiciones!

Haz un presupuesto con gratitud y para evitar dramas en diciembre

Si hay algo que nos puede enseñar Dios sobre el dinero, es que debemos usarlo sabiamente. Este noviembre, haz un presupuesto con gratitud, pensando en cada centavo que recibes y en cada gasto que haces. Visualiza tu dinero como una oportunidad de dar, de ayudar, y de cubrir tus necesidades sin excesos. 

Llama a tu presupuesto de noviembre el “Plan Antirremordimientos de Diciembre”. Hazlo con cariño y agradecimiento, y destina una pequeña parte para donar o ayudar a alguien que lo necesite. La generosidad abre puertas, y a Dios le encanta que compartamos nuestras bendiciones.

Reflexiona en las verdaderas necesidades

Este mes, toma tiempo para reflexionar sobre lo que realmente necesitas y lo que no. Muchas veces, confundimos necesidades con deseos, y eso nos lleva a gastar en cosas que realmente no necesitamos. Noviembre es perfecto para recordar que nuestro valor y felicidad no dependen de acumular cosas materiales, sino de valorar las bendiciones que Dios nos da.

Si tienes en tu carrito de compras una lámpara de lava o una licuadora con 27 velocidades, pregúntate si realmente necesitas eso para ser feliz. A veces, darle prioridad a lo esencial es la mayor expresión de gratitud.

Dale gracias a Dios en diciembre por no haber dejado en ceros tu cuenta en noviembre

Después de reflexionar sobre tus finanzas y de planear con sabiduría, comprométete a no gastar de más este mes para que en diciembre puedas celebrar sin preocupaciones. Agradece a Dios por las bendiciones que has administrado con responsabilidad, y enfócate en lo que realmente importa: disfrutar con los tuyos y vivir el momento con paz.

Haz una lista de “cosas innecesarias” y revísala cuando sientas la tentación de gastar en algo superfluo. Puedes añadir frases como: “Dios, líbrame de comprar otro par de zapatos negros que no necesito” o “Señor, dame fuerza para decirle no a esa cafetera de última generación”. ¡Te hará reír y, además, te recordará tus prioridades!

La gratitud es más que dar las gracias, es una actitud que nos cambia la forma de ver la vida, incluyendo nuestras finanzas. Agradecer a Dios por lo que tenemos es también aprender a cuidar lo que se nos da. Al terminar noviembre, que nuestra cuenta no solo esté en positivo, sino también nuestro corazón.

Así que, a ver tu dinero con gratitud, a planear con propósito y a recordarte que Dios te ha dado todo lo necesario para ser feliz. ¡Feliz noviembre de gratitud y de finanzas con bendición!

Si tienes una pregunta o comentario escríbeme a: david@seguroconelcapi.com

Nos leemos la próxima semana.

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